Son pocos los registros completos existentes de las tres sonatas para piano de Brahms. Yo las he escuchado durante muchos años en las grabaciones de Julius Katchen (DECCA, años 60), las de Elisabeth Leonskaja (TELDEC, finales 80) y más recientemente en las de Anatol Ugorski (DG, años 90), pero siempre deseando que se reeditaran las de Krystian Zimerman (DG, 1979 y 1982), descatalogadas sorprendentemente por propio deseo del pianista polaco junto con el Scherzo op.4 y las Baladas op.10 y la mayoría de sus primeros álbumes de otros compositores para el sello alemán.
Existe un ejemplar en vinilo en la Mediateca del Caixa-Forum de Barcelona que se puede escuchar allí mismo pero no disponible para préstamo. Alguna tarde he pasado mareando al personal de la fundación haciéndoles girar cara tras cara y pidiéndoles que dejaran caer la aguja en el surco preciso.
Cuando Deutsche Grammophon publicó en 1996 la Edición Completa de Brahms pensé que quizás recuperarían esas grabaciones para el cuarto volumen de 9 CD que recopilaba la obra pianística, pero no fue así y se incluyeron las citadas de Ugorski.
En 1999 se incluyó el Scherzo op.4 en el último volumen de una colección de 100 dobles compactos de Grandes Pianistas dedicado a Krystian Zimerman, lo que me hacía albergar esperanzas de que el genial intérprete había levantado ya el veto a sus antiguas grabaciones de Brahms. Pero se trató simplemente de un espejismo.
Yo seguía esperando que a Zimerman se le pasara el complejo de repudiar sus discos de juventud (no sé exactamente cuánto de pose hay en ese rechazo) y DG las reeditara, pero en la reciente edición de DG de la obra completa de Brahms en 46 CD publicada en 2009 aparecen de nuevo las sonatas grabadas por el excéntrico Ugorski. Así que a seguir visitando la Mediateca (con los inconvenientes que el vinilo en casa ajena conlleva para un melómano en la era digital) o a consolarme con las integrales que ya tenía o las versiones sueltas de Richter, Lupu, Kempff o Rubinstein.
Pero hace unos pocos días, buscando en la web información sobre Zimerman y los conciertos para piano de Brahms (con Bernstein primero y Rattle después) fui a parar a una página donde se podía descargar una digitalización decente del álbum editado en su día en CD por DG y hoy descatalogado como he dicho pero ya sin esperanza de reedición. Sólo los coleccionistas apasionados y melómanos enfermizos comprenderán el enorme júbilo que sentí al poder escuchar por fin estas obras en buenas condiciones. Pero como estos placeres, igual que muchos otros, se maximizan al compartirlos, quiero hacer mayúsculo ese goce ofreciéndoos a vosotros también la posibilidad de escuchar estas interpretaciones sublimes de las sonatas, el scherzo y las baladas de Brahms, las primeras obras compuestas por el maestro en pleno vigor de juventud, cuando Clara Schumann las oía desde fuera de la sala y preguntaba quiénes estaban tocando a cuatro manos, cuando uno se come el mundo porque se siente armado para ello, cuando uno percibe en su interior que aún es pronto y falta mucho para el otoño.
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Me permito colgarlas para disfrute de quien esté interesado y se las quiera bajar pues se trata de publicaciones fuera de catálogo. Caso de que la discográfica reeditara esta referencia retiraría inmediatamente los enlaces para no interferir en el lucro que legalmente pudieran obtener los editores o los demás agentes intervinientes, incluidos los artistas, dicen.
Y si Krystian Zimerman tiene algún inconveniente en este mismo sentido o por persistir en su voluntad de silenciar estas grabaciones que me lo haga saber y quedamos un día en casa, tocamos un poco el piano, charlamos de música y después eliminamos los enlaces.
Disfrutadlo, es una verdadera joya.
8 comentarios:
Gracias Jose, se nota que conoces del tema. A mi me gusta mucho Luis Cobos, no se si lo conoces, no es tan bueno como Beethoven pero sí que es mejor que Vivaldi y Brahms, además es Español. Un saludo.
Yago.
Desconozco en este preciso momento que versiones debo tener por casa, aunque imagino que deben andar muy lejos de la que recomiendas.
En todo caso, de este texto se deriva una pasión investigadora que más de uno quisiera y un profundo amor a la música. Sólo eso me lleva a imaginarte en la Mediateca escuchando imperturbable a Brahms (excelente fondo musical por cierto). Gracias por compartir que, entiendo, viene a ser el fin último de tu entrada.
Un abrazo.
P.D. Tristemente, parece haberse instalado el troll.
Carlos, a ti no hace falta que te diga que te protejas, porque tu guarida es el refugio donde muchos nos protegemos.
Un abrazo.
No lo vocees muy alto que ya mismo se instalan.
Isa y yo nos hemos reído a gusto con tus ingeniosas respuestas (y las del maestro).
Paso a la descarga antes de que Zimerman se entere, pues entre mis joyitas no estaban estas sonatas.
Abrazo.
Claro que sí, Yago. A mí me ponía mucho su recio mostacho y esa melena frondosa ondeando al viento. Mucho mejor que los rancios pelucones del barroco o la entradas alopécicas de los postrománticos, dónde va a parar.
¿Y qué me dices de la marchita rumbosa que metía en todos sus discos? Me estremezco sólo de recordarlo. Es como si estuviera oyendo ahora mismo los ecos de esa caja de ritmos resonando en el vacío infinito de tu cabeza.
Segundo majadero en pocos días.
El gusto estético empieza a dar muestras evidentes de deterioro y su efecto devastador se propaga a gran velocidad y generalizadamente.
Protegeos si no os ha alcanzado ya.
No es la primera vez que hablas de Brahms y lo recomiendas. Tampoco es la primera vez que prometo escucharlo con atención. La segunda, en concreto. Lo haré.
Muchas gracias por tus afectuosos comentarios en mi blog. O ex blog.
Un abrazo grande.
Creo que tienes un envidioso manifestándose de varias maneras y mostrando al universo bloguero su fina ironía y su estética impagable. Ya sabes, si los tontos volaran, habría eclipse de sol permanente.
En el blog de nuestro común amigo ha habido conatos de "moscas cojoneras", torpedeando cualquier entrada, con salidas de tono de lo mas variopintas y todas con la estulticia como único ingrediente. Después de diversos tratamientos, el más eficaz fué el BORRADO INMEDIATO, en cuanto se percibía su presencia. Es lo mejor; no lo soportan, pues se les reduce a la "no existencia" y su propia bilis termina ahogándolos.
Gracias por la versión de las sonatas.
Leí en alguna ocasión, que Arturo Benedetti Michelángeli hizo destruir todas las copias de alguna grabación a su casa discográfica. Por cierto te recomiendo en YouTube una interpretación que hace de la Grande Polacca Brillante Op. 22 de Chopin, en Turín 1962, donde apunta maneras de maniático, pero...!como toca¡
En otros comentarios que se me han borrado hablaba de ópera, pero por ahora ya vale.
Un saludo a todos.
Sobre música no opino. No entiendo. Sólo sé si me gusta o no; el resto lo dejo a los entendidos. Sólo quería mostrar mi apoyo ante ciertos comentarios fuera lugar. Si no me gusta un blog no lo sigo, nadie me obliga.
Un saludo
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