lunes, 27 de enero de 2014

Por cada grado la temperatura de un gramo


El hombre prehistórico cazador estimaba el coste energético que emplearía en abatir cada una de sus presas. Las piezas capturadas deberían justificar el esfuerzo dedicado a esa tarea. Tres días de persecución significaba que ese animal tenía que reportar el alimento suficiente de, al menos, tres días para él y los miembros de su grupo dedicados a otras labores. De modo que se calibraba muy bien ese trabajo y su coste calórico en función de la manduca obtenida. El alimento era caro de conseguir y había que dosificar muy bien el esfuerzo.

No es que quiera compararme con aquel hombre primitivo, pero me da la sensación de que ahora el despilfarro energético está fuera de control. Me refiero a las calorías desaprovechadas en el ejercicio físico que hacemos únicamente con el objetivo de estar en forma. No es que esta sea una pretensión baladí, ni mucho menos; cuidar la condición física es fundamental, pero es una lástima que todas esas zancadas de tantos y tantos corredores, o las pedaladas de tantos y tantos ciclistas, o las brazadas de tantos y tantos nadadores no se aprovechen, además, para devolver al sistema las calorías consumidas.

Un corredor gasta alrededor de 2.000 calorías en una tiradita de hora y media, el equivalente a lo que para un nivel medio de actividad requiere la dieta del europeo común (no sólo eurodiputados, que conste). Está claro que aquí hay un desequilibrio importante, pero como nuestro sistema de excedentes produce más de lo que necesitamos, no hay problema para corregirlo. Lo que me parece realmente lamentable es que el esfuerzo del maratoniano, a parte de los supuestos beneficios en su salud, se dedique sólo a desgastar asfalto y zapatillas. ¿Os imagináis si esas 2.000 calorías (y ahora uso la unidad de medida no en relación al contenido energético de los alimentos, sino a la energía térmica equivalente a la cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura de un gramo de agua un grado centígrado - de 14,5ºC a º5,5ºC - a presión normal) multiplicadas por miles y miles de deportistas aficionados se emplearan en obras civiles, o en trabajos agrícolas, o en producir electricidad haciendo girar dinamos?

Poned a los 40.000 corredores del maratón de NY a repartir paquetes, o a los 20.000 ciclistas de la Quebrantahuesos a mover molinos, o a los nadadores de nuestras piscinas a amasar pan. Y estamos hablando sólo de pruebas deportivas. ¡Cuánta energía desperdiciada en el entrenamiento diario de millones de corredores que salen a trotar sus 10 km, o ciclistas que ruedan su etapita de tres horas, o nadadores piscina va piscina viene!

Se me ha ocurrido organizar el primer gimnasio de la historia no sólo gratuito, sino que devolverá a sus abonados parte de los beneficios que la energía generada por su esfuerzo reporte. Así, pagaré  0,1 céntimos de euro por cada caloría de energía térmica (más de lo que se paga a los redactores por palabra escrita). Se buscan colaboradores con espíritu empresarial. Si sabéis de alguien que emprenda esta iniciativa a mis espaldas a partir de hoy 27 de enero de 2014, que tenga muy en cuenta que yo fui el autor intelectual y que si no se pone en contacto conmigo para acordar justamente los términos de la patente, ya puede empezar a correr que lo acabaré pillando tarde o temprano, en bicicleta, a nado o a pie.