Pocas veces nos duele el dolor.
El dolor dura poco, pero lo sufrimos por adelantado anticipándolo en la expectativa o, con posterioridad, dilatándolo en el recuerdo.
Valdría la pena considerar que con el placer sucede algo parecido: dura poco pero disponemos de mecanismos para extenderlo. Así será cuando no esperemos en vano (por ejemplo, deseando imposibles) y siempre que la memoria seleccione con buen criterio.
3 comentarios:
http://www.meneame.net/story/aprendiendo-drogas-antonio-escohotado-pdf
Condenados a meternos...
sólo si quieres alargar placeres conscientemente..
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