lunes, 16 de abril de 2012

Una razón para correr


Muchas veces me preguntan por qué corro y normalmente no consigo dar una respuesta que satisfaga a esos curiosos, ni a mí mismo en ocasiones. Estos debates se han producido recientemente con mi primo hermano Javier Lorente que lleva unos años residiendo en Londres y que visita Barcelona de vez en cuando por motivos de trabajo. A pesar de compartir no sólo una buena amistad sino también una codificación genética que se manifiesta muy acusadamente en algunos rasgos, él es de los más escépticos ante cualquier argumento que yo exponga tratando de justificar mi afición por las carreras de fondo.

En uno de estos últimos encuentros, sentados a la mesa de un buen restaurante y habiendo discutido ya sobre si el sibaritismo debería ser considerado rasgo genético hereditario, punto en el que estamos absolutamente de acuerdo en lo que a nuestra familia se refiere, salió de nuevo el tema de los maratones, ya que precisamente el de Londres es uno de los más inaccesibles en cuanto a formalizar la inscripción para un no residente británico, y yo ya llevaba algunos años con ganas de correrlo. Él me sugirió la posibilidad de hacerlo por medio de una Charity, pues sabía de algún amigo que lo había hecho así. Además, me dijo, era la única manera de entender que alguien fuera capaz de correr durante más de tres horas y media: ¡ayudar a los demás!

Así contacté con Miracles, y a través de Rafa Gil-Alberdi he conseguido un dorsal para estar el próximo domingo en la salida del London Virgin Marathon 2012 y poder ofrecer ese esfuerzo a los niños necesitados de todo el mundo que tanto precisan de nuestra ayuda.

Seguiré dando respuestas vagas y poco convincentes a los que me pregunten por qué corro cuatro o cinco veces por semana, pero tengo un argumento rotundísimo para justificar por qué correré en Londres el 22 de abril: la solidaridad con los niños desfavorecidos.

Podéis aportar vuestro granito de arena en esta página:


Cualquier donativo será bien recibido y tendrá el mejor de los destinos. La página seguirá abierta después de la carrera por si queréis colaborar más adelante. Yo, a parte de una modesta cantidad inicial, y para vincular en esta ocasión tan especial la solidaridad con el objetivo deportivo que todo corredor tiene en mente cuando toma la salida en una carrera, donaré diez libras por cada minuto que supere las tres horas y media.

Muchas gracias a todos por vuestra ayuda y vuestros ánimos.

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Paloma confía en mi buen estado de forma y dice que donará diez libras por cada minuto que baje de 3:30'. ¡Great! Lo importante es que Miracles salga ganando en cualquier caso.

martes, 10 de abril de 2012

Brahms piano sonatas - Krystian Zimerman


Son pocos los registros completos existentes de las tres sonatas para piano de Brahms. Yo las he escuchado durante muchos años en las grabaciones de Julius Katchen (DECCA, años 60), las de Elisabeth Leonskaja (TELDEC, finales 80) y más recientemente en las de Anatol Ugorski (DG, años 90), pero siempre deseando que se reeditaran las de Krystian Zimerman (DG, 1979 y 1982), descatalogadas sorprendentemente por propio deseo del pianista polaco junto con el Scherzo op.4 y las Baladas op.10 y la mayoría de sus primeros álbumes de otros compositores para el sello alemán.

Existe un ejemplar en vinilo en la Mediateca del Caixa-Forum de Barcelona que se puede escuchar allí mismo pero no disponible para préstamo. Alguna tarde he pasado mareando al personal de la fundación haciéndoles girar cara tras cara y pidiéndoles que dejaran caer la aguja en el surco preciso.

Cuando Deutsche Grammophon publicó en 1996 la Edición Completa de Brahms pensé que quizás recuperarían esas grabaciones para el cuarto volumen de 9 CD que recopilaba la obra pianística, pero no fue así y se incluyeron las citadas de Ugorski.

En 1999 se incluyó el Scherzo op.4 en el último volumen de una colección de 100 dobles compactos de Grandes Pianistas dedicado a Krystian Zimerman, lo que me hacía albergar esperanzas de que el genial intérprete había levantado ya el veto a sus antiguas grabaciones de Brahms. Pero se trató simplemente de un espejismo.

Yo seguía esperando que a Zimerman se le pasara el complejo de repudiar sus discos de juventud (no sé exactamente cuánto de pose hay en ese rechazo) y DG las reeditara, pero en la reciente edición de DG de la obra completa de Brahms en 46 CD publicada en 2009 aparecen de nuevo las sonatas grabadas por el excéntrico Ugorski. Así que a seguir visitando la Mediateca (con los inconvenientes que el vinilo en casa ajena conlleva para un melómano en la era digital) o a consolarme con las integrales que ya tenía o las versiones sueltas de Richter, Lupu, Kempff o Rubinstein.

Pero hace unos pocos días, buscando en la web información sobre Zimerman y los conciertos para piano de Brahms (con Bernstein primero y Rattle después) fui a parar a una página donde se podía descargar una digitalización decente del álbum editado en su día en CD por DG y hoy descatalogado como he dicho pero ya sin esperanza de reedición. Sólo los coleccionistas apasionados y melómanos enfermizos comprenderán el enorme júbilo que sentí al poder escuchar por fin estas obras en buenas condiciones. Pero como estos placeres, igual que muchos otros, se maximizan al compartirlos, quiero hacer mayúsculo ese goce ofreciéndoos a vosotros también la posibilidad de escuchar estas interpretaciones sublimes de las sonatas, el scherzo y las baladas de Brahms, las primeras obras compuestas por el maestro en pleno vigor de juventud, cuando Clara Schumann las oía desde fuera de la sala y preguntaba quiénes estaban tocando a cuatro manos, cuando uno se come el mundo porque se siente armado para ello, cuando uno percibe en su interior que aún es pronto y falta mucho para el otoño.

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Me permito colgarlas para disfrute de quien esté interesado y se las quiera bajar pues se trata de publicaciones fuera de catálogo. Caso de que la discográfica reeditara esta referencia retiraría inmediatamente los enlaces para no interferir en el lucro que legalmente pudieran obtener los editores o los demás agentes intervinientes, incluidos los artistas, dicen.

Y si Krystian Zimerman tiene algún inconveniente en este mismo sentido o por persistir en su voluntad de silenciar estas grabaciones que me lo haga saber y quedamos un día en casa, tocamos un poco el piano, charlamos de música y después eliminamos los enlaces.

Disfrutadlo, es una verdadera joya.