lunes, 25 de mayo de 2009

Como diría Zoroastro...


Zaratustra regresó a las montañas y a la soledad de su cueva, alejándose de los hombres y esperando como el sembrador que ha lanzado la simiente. No obstante, pronto se impacientó, deseando volver junto a aquellos a quienes amaba, pues aún tenía mucho que darles. Y es que, realmente, no hay nada más difícil que cerrar por amor la mano que antes estaba abierta (...).

Si alguien después de leer esto siente la necesidad de asesinar a seis millones de personas, tiene un serio problema. Y si otro alguien piensa que leyendo estas cosas uno se pueda trastornar hasta el punto de encontrar argumentos que le justifiquen para asesinar a seis millones de personas, tiene también un problema serio.

Yo, al leerlo esta tarde, me he acordado con mucho cariño de unos buenos amigos que llevan unos meses sufriendo entre cuevas y soledades.

lunes, 18 de mayo de 2009

Viuedad vitalicia


¿Cuánto hubiera durado el matrimonio entre John Lennon y Yoko Ono de no haber sido asesinado el músico el 8 de diciembre de 1980?

Dejando a un lado las controversias típicas sobre su relación (cómo afectó ésta a The Beatles, etc.) formularé la pregunta de otra manera evitando en la medida de lo posible ser malintencionado (aunque os aseguro que en este caso me gustaría serlo): ¿Pensáis que seguirían juntos hoy en día?

Yo, sinceramente, pienso que no. Su relación ya cojeaba en los 70, y eran sonadas tanto sus separaciones como sus reconciliaciones, por lo que no hubiera sido de extrañar que la pareja se separara sin mayores tragedias como tantas otras del mundillo artístico de esa época, ¿pongamos que a mediados de los 80, o de los 90, o a mucho estirar de la primera década de este siglo? Eso es lo de menos, pero a buen seguro que ya no estarían juntos.

Sin embargo, el asesinato de John Winston Ono Lennon convirtió a Yoko Ono en su viuda eterna. Y esto no tiene nada que ver con que muriera trágicamente; lo mismo hubiera sucedido de haberse roto John el cuello en el baño tras pisar una pastilla de jabón. Entonces ella era legalmente su esposa, y por ley pasó a ser su viuda. De lo que se trata es de que ahí sigue Yoko ejerciendo su viuedad, y como sin duda hay un buen negocio detrás de todo ello, ha decidido mantener el título de forma vitalicia. Supongo que el arte conceptual no le resultaba tan rentable.

A mí personalmente se me revuelven las tripas cada vez que en los medios vuelvo a ver a semejante engendro chupando del bote a costa de la memoria y la obra de John Lennon (ahora sí que no he podido evitar la mala intención), ya sea en una exposición de fotos inéditas de la pareja en pelotas metiéndose mano, ya sea en la publicación de unas cintas grabadas en el salón de casa mientras ella le practica sexo oral, ya sea en la subasta de la ropa interior del músico con frenazo fosilizado incluido.

Por favor, que alguien le retire el cargo antes de que mancille definitivamente el nombre de uno de los grandes mitos de la cultura del siglo XX. No me resigno a aceptar que la imagen de John Lennon tenga que ir unida indefectiblemente a la de Yoko Ono. De acuerdo que él así lo eligió en vida, pero... se le hubiera pasado, ...seguro.

martes, 12 de mayo de 2009

El sitio de su recreo


Donde nos llevó la imaginación,
donde con los ojos cerrados
se divisan infinitos campos.
Donde se creó la primera luz
junto a la semilla de cielo azul
volveré a ese lugar donde nací.
De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo,
de nieve, huracán y abismos,
el sitio de mi recreo.
Viento que a su murmullo parece hablar
mueve el mundo con gracia, la ves bailar
y con él, el escenario de mi hogar.
Mar, bandeja de plata, mar infernal
es su temperamento natural,
poco o nada cuesta ser uno más.
De sol, espeiga y deseo
son sus manos en mi pelo,
de nieve, huracán y abismos,
el sitio de mi recreo.
Silencio, brisa y cordura
dan aliento a mi locura,
hay nieve, hay fuego, hay deseo,
ahí donde me recreo.


El sitio de mi recreo (Antonio Vega)

Hoy ha fallecido Antonio Vega, en mi opinión el mejor compositor de canciones en lengua castellana después de Joan Manuel Serrat.
Descanse en paz y gracias por todo.