No quiero que lo veáis como una forma poco optimista de entender la existencia, pero me viene a la mente el sombrío pensamiento de que ayer por fin José Luis López Vázquez salió de la cabina.
Tendré que atribuírselo al enorme impacto que causó en mí el cortometraje para TV de Antonio Mercero ("La cabina" (1972), como diría él: parábola abierta a todo tipo de interpretaciones según la sensibilidad de cada uno), más que a la biografía de su genial intérprete, como todos sabemos, de una vitalidad admirable.
En cualquier caso, descanse en paz y gracias por todo.
2 comentarios:
Los actores han sido desde siempre cómicos de la legua, y carne de ofensas tanto como de elogios, salió de esa cabina gritando a las suecas y a las alemanas que venían a tocarnos la libido, y tantos y tantos otros momentos buenos. Como él mismo decía en "Atraco a las tres": "un esclavo, un amigo, un siervo..."
Un abrazo. Antonio
¡Qué buena salida de cabina esa que apuntas! Mejor que la de Retevisión del 98. Ahora mismo me pongo a repasar su filmografía a modo de homenaje. Un abrazo y hasta pronto.
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