jueves, 10 de octubre de 2013

Fin de una trilogía del desánimo


Nuestras ciudades son como vertederos de escombros
si las miramos con una cierta distancia.
Quizás por ello nos sintamos a salvo habitándolas.
Los carroñeros parecen indecisos ante la visión que se les ofrece.
Porque nuestras ciudades, incluso las más bellas,
son como vertederos de escombros
cuando se las mira con una cierta distancia.

Los vertederos de escombros y electrodomésticos viejos
se suelen mirar siempre de cerca.
No es fácil verlos con una cierta distancia.
Alguien se ha preocupado de que permanezcan ocultos en medio del paisaje.
Pero si alguna vez tenéis ocasión de contemplarlos con una cierta distancia,
coincidiréis conmigo en que son como nuestras ciudades,
vertederos de escombros y electrodomésticos viejos,
incluso las más bellas.

1 comentario:

Paloma dijo...

Un vertedero de escombros puede ser un ciudad demolida, bella ciudad también.
¿Seguiría siendo una ciudad? Supongo que no, no podríamos habitarla.
Esa debe ser la diferencia.
El resto es igual, ladrillos, cemento, electrodomésticos … colocados de una forma o de otra.
Beso.