Que nadie piense que me entristece ver cómo se marchita el en otro tiempo florido pensil. Detesto ese tipo de enseñanza y el aura que la envuelve, pero por otro lado también me ha parecido desalentador ver a todos esos chavales asistiendo a clase parapetados tras las pantallas de sus respectivos ordenadores portátiles.
Suele decirse que las nuevas tecnologías te acercan a quien tienes lejos pero te alejan del que tienes cerca, y pienso que en un modelo educativo y formativo válido el docente tiene que ser alguien sobre todo muy próximo. Si no ha de ser así, rompamos definitivamente la relación entre alumno y profesor, o (como se decía antes) entre discípulo y maestro, o (como parece que se dice hoy) entre estudiante e instructor.
Pues eso: que se queden en casita con el portátil, formándose con la wikipedia y educándose con el facebook. Los chavales encantados; los padres encantados; y los profesores... ¿A quién le importa lo que les pueda pasar a esos pobres desgraciados? Por lo menos de este modo ya no será necesario convertirlos en autoridades para que puedan contar con el respeto de los primeros, de los segundos y, me parece que también, del resto.
En cualquier caso y tal como pinta el panorama, por si alguien se ha quedado todavía con las ganas de tacharme de carca, me voy a permitir terminar con una frase que bien podría haber firmado el mismísimo Andrés Sopeña: ¡Que Dios nos pille confesados!
2 comentarios:
No estamos tan lejos de este tipo de educación; de hecho, ya existe en algunos países europeos, como en Francia, sin ir más lejos: los niños, hasta los 16 años, pueden estudiar en casa, con el portátil, aunque se supone que no con la wikipedia, sino con unos programas especiales y con la supervisión y ayuda de los padres, que asumen la función de profesores-instructores. Yo no conocía este sistema de enseñanza, pero tenemos unos vecinos franceses que lo "practican" con sus hijos. En España no existe este sistema de forma legalizada, la educación escolar hasta los 16 años es presencial y obligatoria, pero precisamente este mes de septiembre se publicó una noticia en prensa de una asociación de padres que, saltándose la norma, educan a sus hijos a distancia, desde casa, con unos programas vinculados a colegios estadounidenses. En la noticia, los padres reclamaban que se reconociera en España esta formación y la libertad de los padres de poder elegir para sus hijos la educación-formación que estimen más conveniente y en el colegio que quieran, por supuesto a nivel mundial.
El motivo que alegan muchos padres (españoles y franceses) no es la falta de capacidad de los profesores, ni el nivel de la enseñanza, sino la mala influencia que pueden tener los otros alumnos sobre sus hijos. Ya sabemos que a estas edades te importa más lo que opinan tus amigos que lo que te digan padres y profesores.
Bueno, se podría plantear como un sistema de ahorro presupuestario en educación, sin colegios ni profesores, así quizá no tengan que subirnos los impuestos.
Paloma.
Por nadie pase lo que dices, Jose, o me veo engrosando de nuevo las filas del paro, y ya lo hice en la crisis anterior, como el modelo prospere, o me ponen un superordenador en casa para dar las ciberclases, o me veo pidiendo en una esquina. Un abrazo
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