Cada vez se hace más manifiesto que la banca nos manipula a su antojo. Llámalo capital, llámalo nuevo orden mundial, llámalo club Bilderberg, pero el caso es que ahí está y no se conforma con lo que ya tiene. Podemos entrar más o menos en el juego, pero el vampirismo del que hace gala se va consolidando como una evidencia incontestable.
Que se queden con la pasta. ¡Toda para ellos! Y en nuestra pobreza, despilfarremos como grandes señores rimas e himnos de amor. Sintamos que tenemos el alma millonaria en sueños, en quimeras, y en castillos en el aire...
Y a esto llámalo "Reflexiones sobre el estado de la cuenta corriente con un Doble V barato escuchando La Boheme".
2 comentarios:
Alguien dijo que si veía un banco, cruzaba de acera. Siempre igual, la culpa de la inflacción la tienen los que se inflan.La Boheme, mi ópera fetiche. Un saludo
Fue la primera ópera que escuché, seducido por el entusiasmo con el que me la describía un compañero de facultad muy aficionado. A mí era un género que se me resistía a mis veinte añitos, siendo ya entonces un devorador compulsivo de música de cualquier estilo. Poco a poco fui entrando y hoy me proporciona buenísimos momentos de placer, como el que disfruté este último fin de semana yo solo en el coche camino de Teruel por carreteras desiertas con el volumen al máximo precisamente con La Boheme en la versión de 1962 de Antonio Votto con Renata Scotto como Mimi y Gianni Poggi como Rodolfo que se encontraba hace un par de semanas en los quioscos en la colección de Deutsche Grammophon y que me pareció sublime.
Gracias por visitar el blog y por los comentarios.
Publicar un comentario