Con tanta caña uno piensa que eso que quieren pescar terminará por agotarse, pero los peces siguen saliendo incesantemente, atrapados en los anzuelos en el extremo de los sedales, y acabas por comprender que hay mucho para todos de algunas cosas.
Pensemos estos días que la felicidad es inagotable, se deja pescar y hay para todos.
1 comentario:
Un abrazo, Jose. Y otro para tu familia. Gran 2016.
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