O nos lo tomamos con humor o va a ser insostenible de verdad.
Ayer me comí tres cuartos de hora de atasco en la calle Aragón de Barcelona camino del centro fuera del horario laboral porque estoy convencido de que la gente salió con el coche a dar un paseo a ver qué tal había quedado la iluminación navideña. Comprar no sé si compraron mucho, pero gastaron gasolina, que para el caso es lo mismo cuando en el fondo de lo que se trata es de consumir. La situación me irritó infinitamente, lo que es muestra evidentísima de una enorme debilidad por mi parte.
El humor es una de las mayores manifestaciones posibles de inteligencia, y no lo digo por lo cómico que ha resultado esta semana nuestro líder electo tratando de dar explicaciones sobre ese supuesto proyecto de ley de economía sostenible suyo, ni porque yo no fuera capaz de utilizarlo ayer para mitigar mi irritación, sino por la visión (siempre mordaz y de una clarividencia aplastante) que suele tener El Roto respecto a estas cuestiones, y que además en esta ocasión, ha sabido conjugar con el genio que le caracteriza.
3 comentarios:
He abierto las puertas del "Thornton club", quedas invitado. He suprimido el comentario anterior por la P.D. no me gustaba. Un saludo
Vaya, pocos comentarios que tengo y me los borras. ¡Grrrr! Ahora mismo me paso por "Thornton club". ¡Ya era hora!
Creo que este año en Barcelona serán fundamentales los "galets". ¡Seguro que no fallan!.
(Habrá que preguntar al patrocinador - Gallina Blanca- después de las fiestas).
Paloma.
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